Los gules, ghouls o algoles son unos demonios con origen en el folclore árabe, aunque con el paso del tiempo se han ido extendido por casi todo el mundo. Viven ocultos en pequeñas comunidades en cementerios y áreas de enterramiento antiguas, habitando en las redes de túneles que excavan con sus propias manos. Dado su estilo de vida nocturno y subterráneo, han desarrollado una sensibilidad a la luz del sol e iluminaciones fuertes, que les impide ver con normalidad. En ocasiones interactúan con la sociedad humana llevando a cabo labores como vigilantes y enterradores en cementerios, o incluso como ladrones de tumbas para gente sin escrúpulos.

“…Aquellas figuras no eran completamente humanas, aunque a menudo se aproximaban a lo humano en diversos grados. La mayoría de los cuerpos, toscamente bípedos, tenían un aire canino…”

Los gules son unos humanoides con marcados rasgos caninos y piel tan pálida, que en ocasiones pueden ser confundidos con muertos vivientes, hombre lobo o vampiros. Su aspecto desgarbado puede llevar a engaño, ya que son bastante fuertes, como pueden atestiguar los supervivientes de alguno de sus ataques. En ocasiones están cubiertos por una capa de moho que les ayuda a camuflarse en cementerios, proporcionando +2 a Sigilo.