Los lobos pueden ser encontrados en multitud de climas y terrenos a lo largo y ancho del mundo, aunque predominantemente en bosques, montañas, tundras y taigas.
Sus colores van desde el blanco y el beige hasta el rojo, el gris y el negro, además de combinaciones entre ellos. Los lobos pueden medir entre 1,3 a 2 m desde el hocico hasta la punta de la cola, siendo esta aproximadamente un cuarto de la longitud total del cuerpo, y una altura de hasta 1 m. Su peso varía entre 30-60 Kgs, con una media habitual de 40 Kgs, aunque se han cazado ejemplares extraordinarios de hasta 80 Kgs. Las hembras suelen pesar un 20% menos que los machos, y tienen entre 4-7 cachorros a los 61-63 días de gestación. Pueden vivir hasta 10 años.
Los lobos y la mayoría de los perros grandes comparten idéntica dentadura, por lo que es difícil saber por las dentelladas que dejan en sus víctimas si el atacante ha sido un lobo ó un perro grande.
Basan su estrategia en el ataque en grupo y en su superioridad numérica. Pueden rastrear y acechar a sus presas durante días hasta encontrar el lugar y la ocasión idónea para que su ataque tenga éxito.