23:30 - 08-04-2010 por Meroka Gracias al último programa de Radio Telperion y el blog Rol y Vicio nos enteramos de la disponibilidad para descarga de los siete números editados del Fanzine Rosa Negra.
Quizá a las nuevas generaciones no les suene el nombre, pero se trata de uno de los más antiguos y mejores fanzines publicados allá por los años 90, y premiado como tal por la revista Lider.
Llamadme viejo nostálgico, pero cosas como esto alegran la vida rolera a uno. Eran tiempos en los que encontrar los fanzines era algo complicado, incluso en las grandes ciudades. Tiempos en los que la comunicación se realizaba mediante carta (sí esas que se escribían a mano ó en máquina de escribir), y los pagos se realizaban en sellos, unas estapitas que permitían el pago del correo postal, cosas del siglo pasado, antes de la implantación y el uso generalizado del correo electrónico.
Rosa Negra no es un fanzine más al uso, y no se debe ver como tal, haciendo comparaciones con lo que tenemos en la actualidad. Como muchas otras cosas, hay que mirarlas con perspectiva histórica. Rosa Negra es parte de la historia del rol en España, y como tal debe verse, con sus virtudes y sus defectos, y sobre todo, haciéndose una idea de lo que era editar un fanzine en esos años, en el esfuerzo, el trabajo, los medios, la dedicación, y porqué no, el dinero invertido en ello.
Como he dicho, Rosa Negra es parte de la historia rolera patria. Una historia forjada con otras grandes revistas y fanzines como fueron Lider, Troll, PlayRol, Sir Roger, Mercenario, Pluma Negra, Nereid, Cronosfera,Dungeon, Dragón, Excálibur, El Juglar, Miscelanea, La Runa, Voces de Valhalla, Alea, Sociedad de Aventureros, Terra Incógnita, Fanzinhajo, El Roler, El Cronista del Rol, Dosdediez, La Horda, Drakkos, FreeRol, I/O, Crónicas de Syl Garot y decenas más que me dejo en el teclado.
Después llegó la era digital y un buen montón de e-zines tomaron el relevo, pero como se suele decir, esa es otra historia.
Agradecer a Mario Grande e Inma Florez el trato cordial dispensado en sus misivas en los viejos tiempo, y jugando un poco con tu nombre QUÉ GRANDE ERES, MARIO. Muchas gracias por compartir con toda la afición ese buen trabajo que supisteis hacer.